martes, 28 de abril de 2009

Las cartoneras del amor

Las cartoneras del amor son aquellas que se enamoran de lo que las demás dejan porque son seguidoras del paradigma “a mi no me va a pasar” o “ lo que pasa es que ellas no lo comprendían, no lo amaban de verdad”, y quieren amansar al golpeador , volver abstemio al alcohólico, y casto al mujeriego.


Un viejo chiste cuenta esto :  “Dos amigas se encuentran y una le dice a la otra:  -¿Sabes la última? Me caso con tu ex novio.  La otra le contesta-No me extraña; el día en que lo abandoné,  él me dijo que iba a hacer alguna tontería...”

 

Como generalmente sufren el síndrome de Saturno, o sea, creen que los prójimos son satélites de sus deseos y  fantasías,  a algunas minas les causa muy mala impresión que otra de su entorno forme pareja con su ex, al que abandonaron con la misma simpleza con la que se tira un chupete usado al río.

 

Claro que en esta época donde abundan los bagres sueltos y los dorados fueron pescados, ¿cómo conocer un tipo sin pasado cochambroso y no volverse en una cartonera del amor?

 

Pero en algo tienen razón: no es oro todo lo que brilla por su ausencia.

 

Hay varios tipos de hombres que pasados los 40 se convierten en divorciados  reciclados, ideales para las cartoneras del amor:

 

1-El fachero que se hizo el arito a los treinti-largos (porque ya se veía venir la debacle después de los 40).   Es ese que ya rompió  varios matrimonios, y a pesar de eso no se rinde y busca citas por Internet. Acusa que "...es lo que esta de onda, es lo mas...." Y es el primero que cae con la amiga íntima de su ex. En síntesis, el eterno adultescente.

 

2-El pobre gil, que después de separarse de su única y malvada mujer vuelve al  mismo barrio que lo vio nacer y se engancha con la hermana o la prima de su ex, que además se le parece mucho.  Y es más joven, es decir, más histérica.

 

3-El profesional, que a pesar de tener un pasar económico bueno y saludable, está solito en su depto. , rogando por una Lolita que alegre su vida con un poco de emoción, para recuperar así la juventud que le quitó el casarse joven veinticinco años antes.


 Ciertas características lo identifican: ropa cara que no le combina, anécdotas gastadas de sus fracasos, constantes acusaciones contra la independencia femenina: "¡como es eso de que en el mundo no hay hombres!!!!..¡¡¡si yo estoy acá!!!"  grita y a los pocos días se enamora de una alumna de su ex mujer, que además es del mismo signo del zodíaco que ella y tiene los mismos prejuicios y demandas.

 

4- El cuarto es el peor de todos, es el egocéntrico machista.  Un episodio de la vieja serie americana “Reba” lo muestra en todo su esplendor.  Lo recuerdo con exactitud.


Reba es una mujer de 45 años, separada de su esposo, el que la abandonó por una chica mucho más joven, la cual ahora está embarazada.  En este capítulo Reba contrata los servicios de un plomero porque se le ha tapado una cañería de la cocina. Un par de escenas después llega su ex esposo, acompañado por su actual consorte, y al ver al operario trabajando se pone celoso y le pregunta airadamente a Reba porqué no lo llamó a él para que solucionara el problema, señalándole que el caballero en cuestión sólo busca seducirla.  Es una típica molestia masculina conocer que la que fue su mina puede hoy amar o incluso simplemente tomar un café con otro hombre. Típica actitud del perro que orinó su territorio y cuando se va sigue soñando que hasta aquella compañerita de delantal de primer grado que le cambió un beso por un alfajor,  sigue siendo en alguna medida su mujer.

 

5-El hombre E, o sea Exitosos, Exigentes, Exclusivos, Exquisitos, con Estilo, Eficaces y buscadores de Excelencia.  Son, para mí, la degradación del varón reciclado después del divorcio.  Se convierten en los ex de muchas minas que se decepcionan al conocerlo en la intimidad, pero siempre encuentran un alma caritativa que los recoge, (con perdón del término); y para peor, ellas hacen fila para engancharlo. ¿Cómo identificarlo?


a)         Distingue la diferencia entre un molinillo de pimienta y un mango tirador de cerveza.


b)         En su habitación arrancó de la pared el poster de Angelina Jolie en musculosa y  pegó las fotos de David Beckham, Ben Affleck y Justin Timberlake.


c)         Ya no lee El Gráfico sino que se interesa por indagar el mito del Andrógino.


d)         A él el lemon-pie le sale mejor que a tu mamá.


e)         Su tarjeta de crédito ya no denuncia gastos en taller mecánico sino en cremas faciales y depilación de pectorales y tetillas.


f)          Tiró los compacts de Metallica y Piazzola y se volvió un fanático nostálgico de las Spice Girls.


g)         Abandonó el rugby por los juegos de canasta y dominó,  y dejó de hacer karate por consejo de su manicura.


h)         Al verte en la cama desnuda se da cuenta que compraste sábanas nuevas y te critica porque la tela es mala.


i)           De pronto prefiere los “wine bars” del barrio Las Cañitas en lugar de las pizzerías de la Boca.


j)           Sale de compras con sus compañeras de yoga a las que aconseja sobre marcas de lencería femenina.


k)        Discute con sus amigos en qué peluquería hacen mejores toques de luz para el pelo, y si es preferible el sauna o el vapor para la silueta.


l)           Quiere rescribir el guión de My Fair Lady, poniendo un varón en lugar de Audrey Hepburn.


m)       Le encanta el film Corazón Valiente por las polleritas de los escoceses y piensa que el alarido “freedom” de  Mel Gibson con la cara pintada es el último grito fashion del siglo pasado.


n)         Ya no colecciona monedas, aviones en miniatura ni cuentos de ciencia ficción, sino modelos de zapatos de Bruno Magali y por si todo esto fuera poco te usa tu quitaesmaltes de uñas porque siempre se olvida de comprarlo.


o)         Consulta precios de cirugías de glúteos y piensa pagarse la suya cambiando su trabajo de camionero por el de diseñador de interiores.

 

Si se cumple todo esto, nena,  tu varón reciclado es un “kilómetrosexual”, no lo vas a modificar escondiéndole sus libros de cosmetología.

 

6- Finalmente nos queda el periodista “comprometido” de 45 para arriba,  que luego del primer divorcio pierde el look castrista de la primera hora cortándose el pelo y afeitándose para parecerse más  a Paul Mc Cartney de los setenta que al Che Guevara de lo sesenta. Es el típico junta ex y críos (que siguen viviendo con las ex), metodología que lo obliga a tener diez laburos, dos empresas productoras de tv y hacer radio, gráfica e Internet para mantener a su parentela. Siempre habrá una bolu-cronista que caerá a sus pies.

 

Las cartoneras del amor son aquellas que se enamoran de lo que las demás dejan porque son seguidoras del paradigma “a mi no me va a pasar” o “ lo que pasa es que ellas no lo comprendían, no lo amaban de verdad”, y quieren amansar al golpeador , volver abstemio al alcohólico, y casto al mujeriego.

Vano laburo redentor, pero inevitable, porque la negación es el primer mecanismo de defensa que descubrió Freud y lo hizo justamente, psicoanalizando mujeres.  

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