martes, 26 de agosto de 2008

Llevarse el nadador a casa


Phelps rompió con todas las marcas y es el máximo campeón de la historia de los Juegos. Eso cuentan los diarios de este deportista tremendo. Pero a varias mujeres se les pone la piel de gallina (o de faisán) mientras este muchachito hace los 200 metros estilo mariposa, porque en sus mentes (que provienen de Venus) los hechos siempre se registran desde otro ángulo.
Sí. Ellas lo ven atentas por televisión a Michael Phelps calentar los brazos con la mirada fija en la otra punta de la pileta, y cuando él se arroja victorioso sobre el agua y avanza a brazada pura, algunas chicas se lo imaginan, de la misma forma, tirándose del ropero a la cama (donde ellas lo esperan entregadas como el ancho mar para que él les deje su huella). No faltará la que lo perciba como Acquaman, el ídolo de las historietas de antaño, el superhéroe que en vez de pulmones contaba con branquias, o lo comparen con ese espermatozoide veloz que siempre llega primero al óvulo, dejando a la manada de hermanitos atrás.

En síntesis, alentadas por la pasión que les despierta el físico del nadador, no pocas minas sueñan con llevárselo a la casa y disfrutarlo un tiempo, sin tener en cuenta los inconvenientes que esto podría ocasionarles.

Veamos.

El mismo Phelps ha declarado que su vida es “comer, dormir y nadar”, así que no se ilusionen con otros desgastes de energía que seguro quedarán para más adelante, para el día en que no pueda hacer un largo ni en un yacuzzi. Y hasta podría carcomerlas la duda de que en las cuestiones sexuales, cuando llegue ese momento, el joven sea tan rápido que ni se den cuenta de su erotismo olímpico.

Por otro lado parece que cuando quiere distraerse, su mayor afición es el póker, léase: noche de amigos fuera de casa.

Y a la hora de comer, este americano feliz le da duro a la pizza. Y los tallarines de la abuela cuando lo miran llegar tiemblan, porque el chico se baja medio kilo cada vez que empuña el tenedor, o sea que la novia que le siga los pasos, si lo acompaña en esta patriada, se convertirá en concursante de los programas de Andrea Politti en siete días.

Yo sé que ustedes dirán que hablo por envidia, mientras siguen pensando en sus 27 añitos, en su fuego sagrado, y se lo representan en slip con las ocho medallas colgadas del cuello, o sea que mis palabras suenan como una flauta.

Porque para las descendientes de Eva no son las habilidades reflexivas de un Freud o de un Borges lo que las inflama, si no que es la perfección de la materia la que les despierta ratones y elefantes.

Y también están esas otras damas que no se dejan llevar tanto por las hormonas o el romanticismo, y han leído entrelíneas que el “Tiburón de Baltimore” comenzará a ganar, según se estima, algo así como 30 millones de dólares al año, cifra que puede hacerlas ver a la Tota Santillán como un atleta y a Julio Grondona como gemelo de David Beckham. Pero esto, claro, es otra historia.

1 comentario:

cristi dijo...

bueno che..dejanos disfrutar de este chico ..en todos lados tengo qe soportar ver y oir minas en bolas por tv...

aparte para qe ilusionarse tanto con un pibe asi , si el prefiere ala conejitas de playboy y no una piba comun y corriente :(