martes, 24 de febrero de 2009

Los espejos rotos


Sigue con éxito sostenido la obra de la escritora mexicana Leticia Martínez y Castro en el nuevo teatro Macondo, de Buenos Aires. Conocé de qué se trata.
 
 
Hoy en día viajar en avión es una lotería, las naves no están bien revisadas,  los pasajes cuestan una fortuna,  y sin embargo, por un problema técnico, una huelga de pilotos, una amenaza de atentado,  o cualquier otro motivo, de pronto te pueden  dejan varado horas y horas en un aeropuerto.

Esto es lo que le sucede, de entrada, a los personajes centrales de la obra teatral LOS ESPEJOS ROTOS, de la escritora mexicana LETICIA MARTINEZ Y CASTRO, que se estrenó el 24 de enero último en el nuevo TEATRO MACONDO (San Telmo, Buenos Aires). Pues sí, se trata de cinco mujeres que se trasladan solas y por diferentes motivos a distintas ciudades, y que han coincido sin quererlo en este trance. Ellas no tienen nombre, la autora ha preferido denominarlas simplemente: LA SOLTERA, LA VIUDA, LA DIVORCIADA, LA EXITOSA, Y LA ABANDONADA. Y hay un sexto personaje merodeando por la historia, un hombre, que representa (diría un freudiano, El Súper Yo) LA CONCIENCIA.
 Este espectáculos estará los viernes de marzo a las 21 horas.

 Abróchense los cinturones
 
 Viviendo en un país que tiene más autores que habitantes, la pregunta a la directora VERONICA EDYE de porqué eligió este texto de una dramaturga extranjera caía de cajón.
 
- Porque me sentí identificada- responde EDYE-y lo mismo le pasó a las personas que participan en la obra, no solo los actores, también a la vestuarista, a la escenógrafa, al personal técnico, todos se encontraron reflejados en alguno o en más de uno de los personajes. El texto refleja la problemática de la mujer de hoy, la exigencia, el ser perfecta, el tener que afrontar problemáticas cada vez más complejas, muchas veces sola, y con la obligación de solucionarlo todo. La obra te hace sentir, luego pensar, y tantos hombres como mujeres pueden salir luego, ir a tomar algo y reflexionar si se puede cambiar algo o no.
 
VERONICA EDYE no debuta como directora con esta obra.  Ha dirigido anteriormente “AFTER OFFICE” (2008, de Miguel Remis) en el teatro Fray Mocho , “CIEN VECES NO DEBO” (2004, de Ricardo Talesnik) y  “EN EL BAR DE UN HOTEL DE TOKIO” (2004, de T. WILLIAMS), ambas en el Teatro de Repertorio del Norte,  “LA CITA” (2002, V. Edye) en el Teatro Astrolabio, “ENSUEÑO VENECIANO” (2000, de Carlos Gerard), en el Centro Cultural Recoleta) y algunos otros títulos, de una carrera relacionada al teatro que comenzó en la década del 80. También es autora de la comedia musical RASPUTIN, EL MONJE LOCO.
 
- Claro que - agrega la directora- a estas mujeres les espera una sorpresa, algo dramático, inesperado, y eso las hace replantearse su vida aún más.
 
El elenco reúne actrices de distinta formación, e incluso una joven que recién empieza a trabajar en Buenos Aires, como PAOLA MONIA (LA SOLTERA):
 
- Yo soy de Bragado, empecé a estudiar allá, hice teatro independiente durante años, luego vine a estudiar  en el IUNA e hice un año en la escuela de Alejandra Darín y también me recibí de consultora psicológica.  Este va a ser mi estreno en Buenos Aires. Coincido con mi personaje en que siempre tenemos que luchar por lo que nos gusta y tratar de hacer lo posible para lograrlo a pesar de las trabas que nos pone el camino, el destino, u otras personas. Aquí se despliega el espacio de lo femenino en el mundo de hoy. Yo tengo muchísimas expectativas, creo que la gente se va a reflejar en algunos de los personajes, seguro.
 
ANA TAKKO (LA DIVORCIADA) desde chica soñaba con ser actriz considera que tardó mucho en estudiar teatro pues en su casa natal con la acompañaban en la vocación. Finalmente estudió con Nestor Romero y Victor Laplace, y participó de dos comedias.
 
- La divorciada tiene algunos rasgos de mi personalidad –confiesa TAKKO- en cuanto a que cuida el cuerpo, pero no en otros aspectos. Ella sale con hombres pero no logra consolidar relaciones estables, porque los varones la buscan por el físico pero no se interesan por lo que ella lleva adentro. Ella quiere entregarse de cuerpo y alma, sobre todo de alma, pero los tipos solo quieren disfrutar un momento con ella  y nada más.
 
Distinta es la situación que le toca interpretar a LETICIA BACCI (LA ABANDONADA). LETICIA, alumna desde hace tiempo del taller de teatro de Lito Cruz, define su personaje así:
 
- Es una mujer que creyó tener todo resuelto, su vida armada, una familia feliz, haciendo que todo pase por su eje, y de pronto su marido la deja y ella no entiende porqué si ella era perfecta. Por eso tiene bronca, mucha sed de venganza, y a eso va, a dejarlo en la ruina total.
 
Hay alguien (LA VIUDA), que guarda un secreto. Pero su intérprete, LILIANA SALAS, alumna de Roxana Randón, no me lo va a contar. Si me explica cómo es esta viuda.
 
- Es una señora que se quedó, digamos, algo así como,…mirando al sur, porque no sabe lo que le ocurre, esa clase de mujeres que han postergado todo por sus hijas, y por un marido con el que aparentemente todo era muy feliz pero que de golpe... se suicidó, y ella no entiende qué pasó.  De todos modos, este no es el motivo por el cual viaja. Yo, en lo personal, no me parezco nada al personaje, pero si aún hoy, en el 2009, hay muchas mujeres como ella.
 
A  KARINA ROLDAN (LA EXITOSA) le toca ocupar el rol contrario.  KARINA ha estudiado teatro con JULIO CHAVEZ, JAVIER DAULTE y LUIS AGUSTONI, lo cual implica una formación más que rigurosa, a la que suma el conservatorio de arte dramático. Es mendocina. Se desempeña como actriz en publicidades televisivas. De paso nos cuenta:
 
- La exitosa está casada y va a encontrarse con un amante en Las Vegas. Ella se lleva el mundo por delante, es así porque le enseñaron que debía ser perfecta, ser autosuficiente y defenderse, y está cubierta por una coraza que la preserva de todo lo demás. Ella está en competencia con los hombres. En el fondo es una mujer que se siente sola y de alguna manera por eso le divierte esto de encontrarse con este amante en otro país. Yo creo que todas las mujeres en algún punto se van a sentir identificadas con algo de todos estos personajes. Cada mujer tiene un poquito de cada una.
 
 El arte de mostrar lo invisible
 
 A CHARLY  UEZEN , que es el bendito entre todas las mujeres, el único varón del grupo, le toca un papel menos concreto (LA CONCIENCIA), un personaje que para la autora debía ser realizado por un hombre.  Alumno de Roxana Randón, le toca reflexionar sobre esto, sobre algo tan abstracto y a la vez directriz en nuestras neuróticas vidas:
 
- La voz de la conciencia es lo que acompaña a todo ser humano a lo largo de toda su vida, es esa vocecita que uno va escuchando y muchas veces uno sabe que le dice la verdad pero no quiere oírla, es algo que nos da esa pauta a seguir, que a veces le hacemos caso o no. No es fácil encontrarle la esencia a un personaje nada concreto físicamente, pues es algo no humano, que refleja los pensamientos de la gente. La conciencia estaría demostrando que uno siente una cosa, piensa otra y hace algo distinto.
 
Quienes tienen que simular lo que no es son la escenógrafa MARIA PAULA LIPOVSEK  y  la asistente de dirección, XIMENA GONGORA MOYA.
 
XIMENA estuvo a punto de recibirse de Economista, y dejó por la carrera por otra escena. Tuvo una breve experiencia como actriz, y descubrió que le gustaba más estar “detrás de las cámaras”, por eso estudia Producción y Dirección de Televisión en el ISER.
 
-Esta obra nos muestra cinco mujeres que los espectadores pueden encontrar en cualquier lugar, pero no solo las mujeres se van a sentir que su vida está representada en el escenario. También los hombres.  Mi tarea es estar coordinando, detrás de la directora, todas las áreas. La directora planteó un desarrollo escenográfico que fuera lo más sencillo posible y lo suficientemente maleable, funcional como para simular las locaciones en las que se desarrolla la historia. El teatro es nuevo y tiene un buen equipamiento de audio y luces para que el espectáculo tenga una buena visual. Si bien hay una parte que remite directamente al avión, hay que adecuar al espectador y hacerle sentir que está ahí, detrás de un mostrador viendo esta situación.
 
 Un empujón para ir al espejo
 
Las dejamos seguir preparándose, mientras van de un lado a otro probándose maquillaje y vestuario. Falta poco para el despegue, será cuestión de ir reservando un asiento. El teatro está siempre lleno, aunque la prensa especializada no le da demasiado espacio al teatro off Corrientes.
El verano en Buenos Aires nos ofrece, finalmente, una obra que nos invita a reflexionar sobre cómo estamos, a situarnos en nuestro presente y saber cómo aprovechar eso, enfocándolo desde el lugar en el mundo que ocupa lo femenino, paradigma de lo diverso, lo altero, lo héteros, que cuestiona el ordenamiento fálico del mundo con su sola presencia.

Lo femenino provoca una incomodidad existencial porque surge siempre como “inquietante”, pues es aquello que pone en duda todo saber, toda certeza, toda garantía.
 
Datos del autor de la nota en www.luisbuero.com.ar

1 comentario:

La Soñadora dijo...

Buen Artículo. Saludos.

Erika