
martes, 30 de junio de 2009
Varones reciclados

Un viejo chiste cuenta esto : “Dos amigas se encuentran y una le dice a la otra: -¿Sabes la última? Me caso con tu ex novio. La otra le contesta: -No me extraña; el día que terminamos, él me dijo que iba a hacer alguna tontería...”
Como generalmente sufren el síndrome de Saturno, o sea, creen que los prójimos son satélites de sus deseos y fantasías, a algunas minas les causa muy mala impresión que otra de su entorno forme pareja con su ex, al que abandonaron con la misma simpleza con la que se tira un chupete usado al río.
Pero en algo tienen razón: no es oro todo lo que brilla por su ausencia.
Hay cuatro tipos de hombres que pasados los 40 se convierten en divorciados reciclados, ideales para las cartoneras del amor:
1-El fachero que se hizo el arito a los treinti-largos (porque ya se veía venir la debacle después de los 40). Es ese que ya rompió 4 matrimonios, y a pesar de eso no se rinde y busca citas por internet. Acusa que "...es lo que esta de onda, es lo mas...." Y es el primero que cae con la amiga íntima de su ex.-
2-El pobre gil, que después de separarse de su única y malvada mujer vuelve al mismo barrio que lo vio nacer y se engancha con la hermana o la prima de su ex, que además se le parece mucho.
3-El profesional, que a pesar de tener un pasar económico bueno y saludable, está solito en su depto. , rogando por una Lolita que alegre su vida con un poco de emoción, para recuperar así la juventud.
Ciertas características lo identifican: ropa cara que no le combina, anécdotas gastadas de sus fracasos, constantes acusaciones contra la independencia femenina, "¡como es eso de que en el mundo no hay hombres!!!!..."si yo estoy aca!!!" grita y a los pocos días se enamora de una alumna de su ex mujer, que además es del mismo signo del zodíaco que ella y tiene los mismos prejuicios.
4- El cuarto es el peor de todos, es el egocéntrico machista. Un episodio de la serie americana “Reba” lo muestra en todo su esplendor.
Reba es una mujer de 45 años, separada de su esposo, el cuál la abandonó por una chica mucho más joven, la cual ahora está embarazada. En este capítulo Reba contrata los servicios de un plomero porque se le ha tapado una cañería de la cocina. Un par de escenas después llega su ex esposo, acompañado por su actual consorte, y al ver al operario trabajando se pone celoso y le pregunta airadamente a Reba porqué no lo llamó a él para que solucionara el problema, señalándole que el caballero en cuestión sólo busca seducirla. Es una típica molestia masculina conocer que la que fue su mina puede hoy amar o incluso simplemente tomar un café con otro hombre. Típica actitud del perro que orinó su territorio y cuando se va sigue soñando que hasta aquella compañerita de delantal de primer grado que le cambió un beso por un alfajor, sigue siendo en alguna medida su mujer.
Pobres cartoneras del amor. Merecen vuestra compasión; ¿ o me equivoco?.
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